jueves, 5 de septiembre de 2019

-¿Peta-y un Tramuz, don Fernando?
-Ordena un poco esta cochiquera, Senén.
-Ye que toi fadiáu, hom.
-A ver, ¿qué pasó en esta vuestra historia interminable?
-Que terminó.
-Me sirvo el Tramuz. ¿Cómo que terminó?
-Que terminó, don Fernando; que-y dixi qu'a lo meyor yera meyor finala y dixo que sí ensin ceguñar. Yo díxi-ylo por tantiala, yá sabe usté. Abluqué. Díbemos facer nueve años xuntos.
-Bueno, Senén, juntos, lo que se dice juntos... La tuviste al principio comiendo de la palma de los dígitos y ya te dije yo que con esta te estabas equivocando haciéndole pagar los platos rotos de la Eximia. ¿Te lo dije o no te lo dije? Joder, Senén, haces la carne al punto de sal y plancha como Dios. Si ordenaras un poco esta pocilga... ¿Y ahora qué?
-¿Agora? Qué sé yo. Menudu añu de mierda, don Fernando. Toi collechando lo semao dende lo de la Vaxina Rancorosa.

¿Y qué será de Senén a partir de ahora mismo, las 22,02 de este aciago jueves 5 de septiembre? ¿Será capaz Senén de seguir avanzando por la edad esta vez con la cabeza fría? ¿Habrá aprendido algo de los ouróboros anteriores? Cómo contarle, cómo dici-y a ella que ta falando de verdá, que camudó col pasu'l tiempu la compaña si no lo cree por el precio que ha de pagar por haberse rebelado contra la Eximia, la maldita Eximia que-y fadió les coraes bien dientro por esa concatenación de dos mujeres opuestas.

-Ordena la casa, Senén. Hazme caso.

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